La importancia de un buen mantenimiento.

Los filtros de partículas tienen una relevancia fundamental, sobre todo en los vehículos diésel, ya que ayudan a respetar más el medio ambiente, adaptándose a las condiciones de la Unión Europa en materia de calidad del aire.

Los coches gasolina también llevan filtros de partículas, la diferencia es que este tipo de vehículos funcionan a una temperatura más alta y es más fácil que las partículas se quemen antes de salir por el tubo de escape.

No hay que confundir el filtro de partículas con el catalizador. Dependiendo de la marca o el modelo, podemos encontrarlos juntos, combinados en un único elemento; o, por separado. El catalizador sería la primera mitad del elemento y el filtro de partículas la segunda mitad.

El catalizador se encarga de neutralizar las emisiones de monóxido de carbono, hidrocarburos y óxido nítrico convirtiéndolos en dióxido de carbono, vapor de agua, nitrógeno y oxígeno.

Los filtros de partículas se utilizan para filtrar las partículas sólidas en suspensión que hay en los gases de escape como el hollín o la carbonilla. Se quedan retenidas en un panal de cerámica poroso de conductos muy finos. Estas partículas se irán acumulando y obstruyendo poco a poco los conductos y finalmente el filtro.

Por ello, es muy importante un buen mantenimiento de los filtros de partículas. Un indicador de que nuestro coche esta emitiendo partículas nocivas para el medio ambiente y que no lleva un buen mantenimiento es la expulsión de humo negro denso por el tubo de escape.

En Mínguez llevamos más de 75 años en el mundo del motor y hemos adquirido una nueva máquina limpiadora de filtros de partículas.

La nueva máquina limpiadora de FAP consigue una limpieza y regeneración del FAP eliminando la carbonilla, el hollín y las cenizas en un tiempo récord, así como una importante mejora en la sostenibilidad ambiental.

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